¿Cómo manejas el estrés y la presión? Entrevista de trabajo
¿Cómo manejas el estrés y la presión? Entrevista de trabajo

¿Cómo manejas el estrés y la presión? Entrevista de trabajo

El estrés en las entrevistas de trabajo es el enemigo del candidato. A veces puede ser bueno, pero cuando es malo, te hace perder los nervios frente al reclutador.
Unos días después de solicitar un empleo, recibe una llamada telefónica. Es un momento importante, no tienes derecho a equivocarte. Esta situación desencadenará una respuesta fisiológica normal llamado «estrés«.

Ten cuidado, el estrés no es siempre tu enemigo. Desgraciadamente, a veces el estrés está demasiado presente, alcanza un nivel demasiado alto y da paso al «estrés malo«, ese que te hace perder los nervios, que te hace tartamudear, sudar…

Vamos a repasar las diferentes situaciones que pueden crear estrés malo y a continuación te explicaré cómo afrontarlas con eficacia.

Estrés relacionado con la espera de la entrevista

Entre el momento en que recibe una llamada o un correo electrónico comunicándole el lugar y la hora de la entrevista y la entrevista en sí, pasan varios días. Este estrés es creado por la presión voluntaria o involuntaria que se ejerce sobre uno mismo. Sabe que es un momento importante, que no ocurre todos los días. Así que quieres estar perfecta en el gran día. Si te hace sentir mejor, debes saber que todos somos iguales. Y el reclutador lo sabe muy bien. Reciben regularmente candidatos que ocultan más o menos bien su nivel de estrés. Le aseguro que para los reclutadores no es un criterio decisivo en la elección final de un candidato.

Estrés ligado a las distintas preguntas del reclutador

Una entrevista de trabajo es un momento en el que hay que responder a toda una serie de preguntas. Estas preguntas pueden referirse a tu formación, a tu experiencia, a tus intereses, a temas más técnicos… en definitiva, todo un cúmulo de oportunidades para responder de forma incorrecta y no ajustarse al perfil buscado. Este tipo de estrés es el más extendido. Es el que te encuentras en tus exámenes como el de bachillerato, orales en la universidad, presentaciones de proyectos en grupo, hablar en público, etc.

Estrés situacional

Este es el estrés relacionado con tu falta de confianza en ti mismo (miedo a ruborizarte, tartamudear…). La entrevista de trabajo es un ejercicio intimidatorio, especialmente para los más tímidos e introvertidos. Tienes que hablar de ti mismo, responder a las preguntas de un desconocido, ser juzgado por tus respuestas. Algunas personas son muy seguras de sí mismas. Son conscientes de sus puntos fuertes y los exponen. Esta es una actitud muy buena. Pero tenga cuidado de no confiarse.

Algunos candidatos, carecen cruelmente de confianza en sí mismos, lo que se manifiesta con enrojecimiento, tartamudeo, sudoración excesiva, sudores fríos… Es un círculo vicioso porque cuanto más te sonrojes, más tartamudees, más aumentará tu nivel de estrés.

La tensión ligada a las preguntas

La primera pregunta «¿Quiere presentarse?«. Es una pregunta clásica de las entrevistas. Esta pregunta la hacen sistemáticamente los reclutadores a los candidatos. Responder no es tan fácil como crees. En efecto, el reclutador está tratando de evaluar tu forma de expresarte, tu manera de organizar tus pensamientos. Muchos candidatos fracasan en este ejercicio por falta de preparación.

¿Cómo afrontar el estrés en una entrevista de trabajo?

Para afrontar estas situaciones puedes practicar la técnica de la visualización positiva del futuro. Esta técnica es relativamente sencilla. Consiste en proyectarse en el futuro viviendo el acontecimiento mientras se imagina que el momento va bien. Tu cerebro no distingue entre una situación procedente de una visualización positiva y una situación vivida.

Por lo que finalmente, te hemos ayudado a controlar este estrés ante situaciones difíciles como en las entrevistas de trabajo y encontrarás la manera de practicar la visualización positiva. Como cualquier otro ejercicio, es una técnica que se adquiere con la práctica y con el tiempo.